Restaurante sidrería Casa Olivo

  Este restaurante fue dado de baja en la edición 2005/2006 por fallecimiento del propietario

Para muchos la Cuenca Minera es la verdadera Asturias, la roja y negra, la dinamitera, la vociferante y en la que cualquier motivo es bueno para gastarse el sueldo en una folixia. Para vivir ese loco mundo, nada mejor que venir a tomar unos culines a esta casa y, de paso, probar sus insuperables fabes con almejas.

No se equivoquen al ver el ambiente ruidoso y bullanguero de la barra, ni el aspecto del comedorín que mantiene la misma pintura que cuando la Felguera se bañó en champagne por la muerte de Franco, comer en esta casa puede costar tanto o más que en cualquiera de los más lujosos restaurantes del Principado, pero es que en las cuencas las cosas son así y ni la democracia, ni la reconversión van a cambiarlas por mucho que llueva sobre mojado.

Pepe Luis lo tiene muy claro, así triunfó su padre Oliverio, más conocido como “Olivo” y así se mantendrá mientras él mande, postura que nos permite revivir como si de un museo etnográfico viviente se tratase, lo que bien se puede considerar toda una era de la asturianía.

No le pregunten por el Numanthia ni por Clos Mogador, para él no ha habido nunca ni volverá a haber vinos como aquellos riojas del 70, 64 ó 28, Viña Ardanza, Tondonia, Riscal y de ellos guarda auténticas reliquias por las que muchos de sus seguidores pagan lo que pida.

Es como dar un salto en el tiempo, una experiencia que merece la pena, sobre todo por lo bien que guisa Menchu, su mujer.

Además de por sus especialidades o tipo de establecimiento, puede buscar más restaurantes en esta u otra zona pinchando aquí. Y no se pierda los entresijos de esta profesión, nuestra prensa amarilla, pinchando en Hostelería, dramas y tragedias.