Restaurante El Llar de La Campana

Su principal actividad son las bodas y banquetes, lo que a muchos les resulta incompatible con el buen hacer gastronómico, pero su comedor de carta, El Llar, cuenta con instalaciones propias, independientes, que ya le han valido ganarse adeptos entre los más exigentes gourmets de la zona (no en vano le presento como embajador de nuestro plato regional, La Fabada).

¿Cómo es posible que la única Fabada que aparece mencionada en una guía gastronómica de Asturias sea la de un macro complejo de Bodas y banquetes? Pues sencillamente, porque está buenísima, la preparan a diario y, hasta si me apuran, lo de la “potina” en que la sirven tiene su cierto encanto, sobre todo para los que vienen de fuera que siempre agradecen algo de folklore.

El protagonismo de un parrillero vasco en los inicios de este comedor, hizo que la mayoría de sus clientes fuésemos allí buscando chuletones (siguen siendo realmente soberbios), pasando del resto de la carta.

Algunos desvaríos cocineriles contribuyeron a marear aun más la perdiz, pero ahora, ya pasados los años, su cocina es firme, contundente, con platos afianzados como esta Fabada, que bien podemos afirmar que es de las mejores del Principado (pídanla de segundo, después de ella no hay paladar que aprecie otro plato, ni un chuletón).

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