Restaurante El Llagar del Quesu

Por mucho que intentase describirles el vertiginoso ritmo de trabajo que cada día se vive en este comedor, la realidad superaría siempre la ficción.

Todo Asturias coincide en que El Llagar del Queso es un auténtico fenómeno social.

No hay día ni servicio en que los coches no lleguen en avalancha y, consecuentemente, los clientes en verdaderas riadas, ávidos de atacar esas suculentas parrilladas, como si fuese lo último de que fuesen a disfrutar en su vida.

Hay que destacar que, a pesar de la vorágine, el servicio no solo es súper eficaz, si no encima bastante atento, algo realmente sorprendente cuando se mueven semejantes masas.

Su cocina es puntualmente la descrita en la página de introducción de este capítulo, de hecho Juan Ernesto y José Antonio fueron emigrantes y trajeron esta forma de hostelería porteña.

No regalan nada y si se deciden por los pescados, podrán comprobarlo, pero lo cierto es que resulta muy fácil comer carne hasta salirse por las orejas, con buen vino y postre, sin rebasar los 30€ por pareja, lo que con los tiempos que corren, explica el éxito del local, pero solo en parte, porque hay otros muchos que lo han intentado copiar, incluso compitiendo en precio, pero se han quedado a medio camino, o incluso en la cuneta.

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