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Garbanzos refritos

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Garbanzos refritos
Garbanzos refritos

Mayo 2009

INGREDIENTES (4 personas) 

1 Tarro de garbazos al natural
1 Cebolla
6 dientes de ajo
100grs de tocino ibérico
Albahaca seca, laurel y menta fresca

Hace mucho tiempo, cuando los años de “la jambre”, se comían los garbanzos viudos, incluso se hacían chistes sobre los cocidos “sin pringue”, porque rara vez se podía contar con algún trozo de tocino o chorizo, que no fuera reservado para el patriarca de la familia.

De aquellos cocidos sobraban solo garbanzos, claro, que se cenaban refritos esa noche, al día siguiente o incluso en más ocasiones y, aunque gracias a Dios yo no viví aquellas décadas de calamidades, la costumbre se mantuvo, y así, después de comer cocido, al día siguiente se preparaban los garbanzos refritos, una delicia de esas que no se olvidan.
Hoy los presento como guarnición porque parece una ordinariez servirlos como plato, aunque muchos de los gourmets que hicimos la mili, sepamos que con unos huevos fritos, esto es bocato di cardinale.
La idea me vino a raíz de unas carrilleras que mi María había preparado con tomate mientras yo vagaba por los montes del Cabril, en plena Sierra de los Hornachuelos, en las estibaciones de la Sierra Morena y a las que, en un alarde de erudición y originalidad, bauticé como Carrilleras a la andaluza.
Pensaba ponerles una guarnición de Späzle, pero hubiera tenido que llamarlas Carrilleras a la húngara, así que, mientras disfrutaba de una deliciosa Grimbergen en La Marina, pues me vino esta ingeniosa idea, con lo que serían unas Carrilleras a la andaluza al cuadrado.
En realidad no es un invento mío si no un plato muy mediterráneo, habitual sobre todo en los países de influencia cartaginesa, cultura que los adoraba hasta el extremo de que los romanos se reían de ellos creando un personaje de comedia al que Plauto llamó Pultafagónides. (comedor de garbanzos). Hoy es habitual encontrarlos, tanto en frío como así, en caliente, en casi todos los mezzés turcos, griegos, tunecinos, etc.
Como no tenía cocido sobrante, los preparé con garbanzos de bote y les aseguro que, de aquí en adelante, van a ver ustedes esta guarnición hasta en la sopa. Por cierto, que una sopa de ajo con garbanzos es una pasada ...

La receta. 

Cortamos la cebolla en aritos y la ponemos a freír con los ajos aplastados y la panceta en tiritas (en realidad yo use tocino de jamón, de paleta, para ser más preciso, y fue una bomba).
Cuando tome color, añadimos el bote de garbanzos al natural, las especias y dejamos cocer hasta que se evapore el caldo.
Los que yo compré eran unos Pedrosillano de la marca Rosara que estaban tan tiernos que me dio miedo tostarlos porque corría el riesgo de hacerlos puré, pero lo suyo es poner un poco más de aceite y dejar que se doren un pelín para queden una pizca crujientes.
Escrito por el (actualizado: 09/02/2014)