Buñuelos de calabaza sobre lecho de kiwis
Creo que el único restaurante que mantiene la tradición de este postre es Casa Simón en Cangas de Morrazo, uno de los pocos vestigios vivientes que nos quedan de aquel formidable recetario que llegó a poseer la cocina norteña hasta hace menos de un siglo.
Hoy día apenas si se consumen dulces de calabaza en nuestras comunidades, sin embargo no es dificil encontrar los ingredientes necesarios para elaborarlos.
Lo de los kiwis es la novedad, no en vano es una de las frutas cultivadas con más esmero en nuestra tierra en los últimos años, quizás ocurra con ella como con las patatas.
Puesta en marcha:
1. Limpieza: De la calabaza se aprovecha solamente la carne limpia, sin pepitas ni piel, pero hay que procurar hacer esta operación con cuidado de no romper demasiado esta pulpa.
2. Se pone a cocer la calabaza en agua con un poco de sal, conviene probar el tiempo de cocción en olla a presión, así se hace con muy poca agua y conserva mejor su sabor.
3. Una vez cocida se pasa por el chino y se amasa con una cuchara de madera hasta que quede bien homogenea, entonces se añaden los huevos y se vuelve a remover hasta que quede lisa, luego se repite la operación con la harina y el azúcar. De hacer cuidadosamente esta operación depende que no haya grumos.
Cuando esté la masa bien lisa se añaden las pasas.
4. Con esta masa se foman unas tortas en forma alargada que se pueden empolvar de harina si resultan demasiado pegajosas de manejar y según se van haciendo, se ponen a freir en una sartén honda con abundante aceite.
Para conseguir que queden desengrasadas conviene subir el fuego al máximo una vez que estén los freixós en la sartén, así escupen el exceso de aceite y después se sacan con una espumadera de alambres y se dejan escurrir sobre una rejilla, a ser posible de madera.
Terminación del plato:
El postre está casi listo y conviene que no pase mucho tiempo para que llegue algo crujiente a la mesa, así pues conviene tener los platos con el kiwi preparados de antemano.
Simplemente hay que pelar las frutas, cortarlas en láminas finas y hacer con ellas una espiral que cubra el fondo del plato, después de rocían con un poco de limón para que no se ennegrezcan y se guardan en la nevera. Al momento de servir ya no queda más que poner los freixós sobre el lecho de kiwis y servir.
Guarniciones:
Como hay a quien le gusta ponerles algo de canela o de azucar por encima, en la mesa conviene poner un par de recipientes de porcelana con ambos ingredientes para que cada cual se sirva a su gusto.
Incluso si se dispone de azúcar de varias clases, morena, de colores, glace, etc., el servicio queda muy decorativo.
Si le interesa leer más sobre este tema, pinche en el icono Buscador (ángulo superior derecho de su pantalla) y escriba la palabra objeto de estudio. Y recuerde que antes del postre, hay tomar un trocito de queso, a ser posible, uno artesano de las Asturias.