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Pollo con alcachofas al Ras-el-hanout

Pollo con alcachofas al Ras-el-hanout
 
Pollo con alcachofas al Ras-el-hanout

Julio 2017

INGREDIENTES 

4 zancas de pollo (muslo y antemuslo)
1 cebolla grande
6 dientes de ajo de Pedroñeras
3 zanahorias
1 calabacín grande
½ l de caldo de pollo o carne
1 sobre de alcachofas en aceite

 El Ras el hanout (رأس الحانوت), es una mezcla de hierbas y especias (entre 4 y 30) que significa literalmente la cabeza de la tienda, porque se hacía mezclando las mejores especias de que disponía el comerciante.

En Marruecos es muy popular esta receta, aunque suele hacerse solo con zanahorias, sin alcachofas, pero, como ya he dicho, es un plato muy popular, más bien familiar, por lo económico, nutritivo y fácil que preparar. Le dije a mi mujer “¿Bajamos a tomar el aperitivo?”, me miró asombrada y respondió “¿Pero ya está la comida? Si has tardado lo que yo en ducharme”, y es cierto, así de fácil resulta su guiso.
Pero lo más chocante es que, cuando se prueba, parece un plato tradicional español, ningún rastro exótico, y eso que le eché ras-el-hanout con saña (me encanta), pero la combinación de hortalizas se alimenta de esta mezcla, se vuelve sabrosísima, pero nada que ver con lo que sucede con el curry, sobre todo el de Madrás.
Me imagino que si usásemos un pollo de esos que corretean por el Rif, el tiempo de cocción sería ya más complicado, pero como no es el caso si no que vamos a usar uno industrial (yo compro unos que llaman de grano y que presumen sus criadores de solo darles maíz), pues coser y cantar.

La receta 

Rociamos generosamente de ras-el-hanout las zancas por ambos lados. Se pasan por la sartén con un poco de AOVE para que cojan color.
Freímos la cebolla con los ajos y las zanahorias cortadas en bastones gruesos (yo uso cebolla frita de Hida porque solo lleva eso, cebolla y AOVE, así que sabe igual y quita mucho trabajo).
Cuando empiece a coger color metemos las zancas y encima se pone el calabacín cortado. Damos una vuelta para que todo se impregne y bañamos con el caldo. Se tapa la olla y se deja cocer a fuego fuerte durante cinco minutos.
Sin destapar, se deja reposar y nos vamos a tomar unas cañitas con boquerones (es verano).
Al volver a casa, se destapa y se pone a cocer de nuevo para evaporar el exceso de líquido, entonces se añaden las alcachofas que solo necesitan coger temperatura de servicio porque ya están listas para comer.
Si quieren poner unas patatas fritas, pues irán bien, pero yo no las hice porque pensé que el guiso sabría a moro.
 

Un vino para cada plato 

Ya saben que las gallináceas funcionan bien con vinos blancos afrutados, de Albariño, Treizadura, Godello, Verdejo etc.
Otra alternativa es servir un rosado bien fresquito, también afrutado, como los de uva Garnacha.

 

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