Claudia Roden y Jane Kramer, de gira gastronómica por Asturias.

Durante la última semana de mayo acompañamos a nuestras ilustres colegas por los montes y chimeneas de Asturias, que diría el maestro Cunqueiro, y, por sus expresiones de admiración, bien podemos asegurar que van a tardar muchos años en olvidar este experiencia.

“Creo que ha sido una de las cenas más memorables de mi vida. Sorprendente, inolvidable, fabulosa. Ya no me cabe la menor duda, España no solo ha superado a Francia en su cocina, sino que se ha alejado espectacularmente del resto del mundo.” Declaraciones de Jane Kramer en el restaurante El Corral del Indianu, Arriondas. (cabe decir que este comedor, galardonado desde hace seis años con una estrella Michelin, es una de las víctimas del tiránico y esperpéntico crítico Rafael García Santos y consecuentemente de sus falderos seguidores de la Guía Campsa).

“Tenemos que llevar estos tres cocineros a Londres y Nueva York (José Antonio Campo-Viejo, Ángel Saria y Luís Alberto Martínez), porque son realmente deslumbrantes. Es inconcebible que allí (por EE.UU y Gran Bretaña), solo se hable de Adriá. Deberían ustedes promocionar estos talentos” Claudia Roden, tras el maratón gastronómico que soportó impertérrita.
Para quienes no estén al corriente del periodismo gastronómico internacional, apuntamos que Claudia Roden, es corresponsal gastronómica Free Lance de los principales periódicos británicos (The Daily Telegraph, The Gardian, Teh Independent, The Times, Sunday Times, etc.), fue directora de la sección de gastronomía de la cadena de TV BBC, es autora de varios Best Sellers como Mediterranean Cookery y más recientemente El Libro de La Cocina Judía. Ahora está haciendo uno sobre la cocina española y tiene una retahíla de premios que sería imposible enumerar en toda la revista. En cuanto a Jane Kramer, es corresponsal para Europa, desde hace 20 años, del The New Yorker, revista semanal americana, famosa por tener en plantilla a los mejores periodistas del mundo. Es igualmente autora de varios Best Sellers, como El Último Cowboy, siendo el último, Lone Patriot y, entre otros, tiene la Legión de Honor de la Republica francesa.

Alucinaron durmiendo entre las vertiginosas montañas de Covadonga (hotel Don Pelayo) y despertando con el carillón de la basílica, treparon por la ruta del Cares para degustar el queso de Cabrales en el propio Tielve. Afirmaron que el besugo al horno que nos sirvieron en  restaurante Arcea (Andrín - Llanes),  fue el mejor pescado que habían probado en su vida.Viajaron en el Trascantábrico desde Llanes a Gijón sientiéndose como la propia Agatha Christie en el Orient Express. Compraron fabes en el mercado del Fontán. Probaron la fabada nada menos que en Casa Fermín (tenían verdadera obsesión por probar nuestro plato insignia y había que llevarlas al mejor sitio). Hasta durmieron en una casa de aldea, La Heredad de La Cueste en Llenín, Cangas de Onís, para conocer en directo la vida rural asturiana y, en su despedida, entre sollozos, me juraron que, salvo sus vivencias como corresponsales de guerra, y obviamente por otros motivos, este había sido el viaje más fascinante e inolvidable de su vida. ¡Qué bien! Menos mal que los responsables de Turismo de Asturias, a pesar de solicitarles su participación, no intervinieron en nada (quise recoger para ellas unos folletos informativos y me pidieron que enviase una solicitud por escrito con las credenciales de las periodistas ¡Unos folletos publicitarios que pagamos los asturianos para promocionar nuestro turismo! No es broma, se lo juro, es grotesco, pero no es broma).