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Crisis, ¿qué crisis?

 
Publicado en el diario El Progreso, año 1992.

Suele decirse por estas fechas que otro año más ha pasado y casi sin darnos cuenta pero yo creo que para todos los españoles este último lustro no se va a a olvidar tan facilmente. Expo de Sevilla, Olimpiada de Barcelona, Madrid capital cultural y crisis nacional, no nos hemos aburrido, no; pero según parece el año que se avecina va ha ser todavía más movidito, así que abrochense el cinturón de seguridad y aprietense el otro por que ya saben aquello de que camarón que se duerme se lo lleva la corriente.

Sin embargo yo soy mucho más optimista y creo que si el gobierno habla tanto de crisis es porque le interesa, quizás para ver de esa forma consigue que los españolitos de a pie dejemos de despilfarrar nurstros ralos sueldos, quizás para que sus secuaces los banqueros ganen aun más, o sencillamente porque le ven las orejas al lobo.
Como decía yo soy más optimista y creo que lo que se está produciendo, y va a ir en aumento, es una sencilla selección natural en la que los mediocres van a desaprecer entre un montón de barro y los más hábiles, creativos, ingeniosos, aplicados y en definitiva cualitativamente superiores, van triunfar por fin.
Una industria quesera artesana no puede fabricar quesos en la linea de una macroempresa láctea, una bodeguita no puede competir en precio con una super bodega, a la ganadería rural gallega le cuesta más dinero producir un litro de leche que si lo compra en Paris y un restaurante de menú del día no podrá aguantar contra las cadenas de fast-food. Sin embargo el artesano que fabrique un quesito totalmente personalizado con aromas propios e imagen "enxebre", si tendrá su cuota de mercado; la bodeguita que elabore un vinito de gran calidad y lo sepa distribuir en su zona, si será valorado por vecinos y foráneos; el pastor que tenga ganado autóctono y provea a sus clientes de carnes y leches con sabor a carne y a leche de verdad, tendrá cola para conseguir tan escaso artículo; y el restaurante que haga una buena cocina casera y atienda con la debida corrección, profesionalidad y amabilidad a sus clientes, tendrá siempre adeptos a la buena vida que un día comen caviar y cien cocido, pero del bueno y bien servido.
Creo que en el campo que a mi me compete, es decir la gastronomía y la hostelería, todavía nos queda mucho que aprender y que esta crisis va a mejorar nuestra oferta, no hay mal que por bien no venga así ya que el 92 está agonizando, gritemos VIVA EL 93.

 

Si le interesa leer más sobre este tema, pínche en el icono Buscador (ángulo superior derecho de su pantalla) y escriba la palabra objeto de estudio. También le recomendamos consultar el enlace a Escuelas de hostelería.

Escrito por el (actualizado: 17/12/2012)