Gribiche
Julio 2009
INGREDIENTES (4 personas)
1 huevo duro
1 cucharada grande de alcaparras, otra de granos de pimienta verde y otra de mostaza de Meux.
3 tiras de tomate seco en aceite.
1 Pepinillo.
¼ de cebolleta morada
5 aceitunas negras de Kalamata
Un buen manojo de hierbas frescas, compuesto de albahaca, cebollino, hierba limón, menta y perejil.
Se preguntaran ustedes como es posible que en la sección de salsa frías haya una Gribiche y aquí otra, siendo además tan distintas de apariencia (desgraciadamente, el sabor no lo pueden ustedes catar, pero también lo es, aunque el regustillo es el mismo.
La receta
En realidad los ingredientes pueden ser los mismos, solo que, en vez de ligarla para que resulte como una salsa tártara (en la receta Salsa Gribiche, yo le pongo directamente mahonesa, aunque debe hacerse ligando la yema del huevo duro con aceite), en esta ocasión la dejamos como un picadillo, por lo que, más que una salsa, es una guarnición.
Hice la selección de ingredientes pensando en obtener un picadillo muy fresco, punzante, aromático, subido de tonos, porque, como explico en la página de Salsas especiadas , en la Gribiche el protagonismo lo deben marcar las alcaparras, así que la composición de sabores debía girar entorno suyo.
En la foto derecha la ven con un bonito a la parrilla, pero solo es porque ese día pensaba comer Lengua de buey en fiambre y al final mi mujer cambió los planes y puso bonito, que también resultó un acierto (ya se que la superior es una porquería, pero es que, por las miradas que me echaba a la cámara, yo creo que la señora de La Rebouldingue era la amante del carnicero de Delicatessen, pero la coloqué porque me trae recuerdos, ya que esa es la Tête Poilée, con sus sesitos y todo).
La receta no tiene más misterio que picar a cuchillo todos los ingredientes, meterlos en un bol, añadir una cucharada de mostaza en grano y un chorrito de aceite. Se remueve y ya está lista.
Cambia mucho con la oxidación, por lo que conviene probarla recién hecha y al día siguiente. Son dos sabores diferentes. Deliciosos ambos, pero diferentes, así que escojan cual les conviene según qué plato vaya a acompañar.