Solomillo de ibérico al amontillado

El sábado había traído mi chica un par de solomillitos de cerdo ibérico para preparar el delicioso Solomillo de ibérico en salsa de vino con arándanos, pero claro, solo comimos uno, y el otro quedó en la nevera.

Hoy luce un sol precioso en Salinas, y como era de prever, ella quería playa por encima de todo y me dijo aquello de “Haz algo rapidito que me quiero ir a la playa”, como si a ella le importase que el plato fuera un huevo frito o un Filet Wellington.
Le mostré la página de Recetas rápidas creadas a tal efecto, pero como allí no había ningún solomillo de ibérico, mea culpa, pues le llevé al apartado correspondiente, y dijo esta, señalando el Solomillo de cerdo al ajillo, pero como un servidor es de culo inquieto y había descubierto una botella de amontillado, pues le di una vuelta de tuerca y preparé esta golosina. Andalucía en cada bocado. 

Elaboración 

Empezaremos por sellar los solomillos. Calentamos a muerte una sartén, y pasamos las piezas para dorar en un poco de AOVE por todas las caras (conviene secarlas antes con papel de cocina). Se sacan y se dejan reposar en un plato.
En esa misma sartén, ponemos más AOVE y freímos los ajitos cortados en láminas. Conviene tener el vino listo, porque según se doren, debe pararse la fritura con el vino. Esa será la salsita, que hasta se puede emulsionar con unas varillas.
Al momento de servir, se lonchen los solomillos y se recalientan en la salsa.
De guarnición puso unas patatas fritas en tallarines (ver en Mis 10 mejores patatas fritas ) Yo quería unas en madeja los las que había frito mi chica con el Solomillo de ibérico en salsa de vino con arándanos, una maravilla, pero hizo estas.

Maridaje

Las salsas de ajillo no son demasiado buenas compañeras de viaje, sobre todo para grandes vinos, así que yo me iría a un rosado o a un tinto joven, como el Borsao, D.O. Campo de Borja, Matsu El Pícaro, D.O. Toro, Ultreia Saint Jacques, D.O. Bierzo, Guímaro, D.O. Ribeira Sacra o el Murmurón, D.O. Rioja.
Yo, siguiendo los consejos alsacianos, lo acompañé de un blanco de Valdeorras, el Joaquín Rebolledo Godello, rico, rico.