La Gastronomía asturiana: una riqueza industrial

Desde hace algunas semanas una conocida marca de cafés está promocionando sus productos obsequiando una enciclopedia de términos gastronómicos, muy bien editada y muy didáctica por cierto.

En esta publicación, que como digo es muy interesante y completa, se habla de las principales cocinas del mundo, incluyendo las regionales españolas, como la gallega y la vasca, pero de la asturiana nada de nada.

¿Porqué la cocina asturiana vive oculta en un extraño hermetismo?

¿Es que los productos asturianos no tienen una calidad homologable?

¿Acaso no tenemos un recetario tan completo y variado como pueda ser el gallego?

Desde de mi perspectiva de crítico gastronómico y debido a mi trabajo que me obliga a enjuiciar objetivamente la calidad de varios cientos de restaurantes, he de decir, con la debida precaución para no despertar susceptibilidades y a pesar de mi fama de avasallador, que el nivel de restauración que se hace en Asturias solo se ve superado por la hostelería vasca y por los grandes monstruos de Madrid y Barcelona.
¿Como es posible entonces que nuestra gastronomía siga en las sombras?
En el pasado número de esta revista expliqué como la gastronomía podría ser el motor que sacase adelante a Asturias de la crisis y sirviese como soporte de la reindustrialización de esta comunidad.
¿Entonces como se explica que la administración se haya gastado una fortuna incalculable en atraer turismo de mochila para manchar nuestros valles con sus latas compradas en el hiper, para invadir nuestros caminos como el del Cares, hoy intransitable, para profanar nuestros recintos naturales como Picos con centenares de ruidosos y contaminantes vehiculos todoterreno o simplemente para arrasar durante quince días de agosto nuestras costas? Este sistema apenas si beneficia a cuatro especuladores ilegales de apartamentos, porque una instalación de hostelería, evidentemente, no se matiene con menos de un mes de ocupación, eso lo sabemos todos los que conocemos el gremio, todos menos la administración, claro.

En Asturias existe el mayor porcentaje de summilleres por restaurant de toda España, eso un claro indice de la calidad de servicio ¿quien lo sabe?, seguramente la administración no y quizás la mayoría de los hosteleros tampoco.
Todos hemos visto la campaña de "Galicia Calidade", un éxito arrrollador.
Sin embargo un servidor de ustedes, que escribe y coordina el más importante suplemento de gastronomía de la comunidad vecina, advierte en esa publicación continuamente de la necesidad de hacer algo más que publicidad ya que la calidad está ofreciendo serias grietas, es decir, que sin entrar en comparaciones odiosas ni descalificaciones pueriles, lo que si se puede asegurar es que nuestros productos tienen un nivel de calidad tan cualificado como el mejor de todo el estado.
Pero lo que es evidente es que si ni nosotros mismos sabemos lo que tenemos, si no conocemos y cuantificantificamos esa calidad, tanto de productos como de cocina, de servicios y de instalaciones, dificilmente podremos hacernos valorar por el resto de los consumidores españoles.
Yo tuve que desarrollar mi trabajo en otras comunidades, no porque aquí hubiese demasiados profesionales, o porque no hubiese tema a desarrollar, si no porque los medios de comunicación asturianos, esos periodicos que viven de la publicidad que pagan los restaurantes y las industrias alimentárias, sienten tal indiferencia por el sector que apenas si se molestan en poner algún artículo el domingo o alguna columna, pagada claro, del cocinero vasco de la tele, vergonzoso. Pero ustedes los hosteleros tienen la palabra.
Si ustedes están conformes con que el dinero de sus impuestos siga invirtiendose en campañas para atraer mochileros y el de su publicidad en airear campañas y escándalos de políticos ineptos, pues entonces todos tan contentos, porque desde luego están bien servidos.
Si por el contrario prefieren que sus tributos sean reinvertidos en generar riqueza y que los medios de difusión colaboren en promocionar un bien en alza tan importante que podría servir para reindustrializar Asturias, entonces creo que deberían hacer algo más que esperar a que llegue el próximo agosto.

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