Pad Thai de gambones
Pad Thai de gambones
Marzo 2015
INGREDIENTES
12 gambones crudos
1 paquete de tallarines de arroz
3 huevos
1 bulbo de jengibre
1 bote de tallos de bambú o de soja
2 zanahorias
1 puerro
3 ramas de apio verde
1 paquete de tofu “seco”
2 cucharadas de pulpa de tamarindo o maracuyá
1 cucharada de salsa de pescado o de ostras
Salsa de soja o Tamari
1 bolsita de anacardos o cacahuetes fritos
1 manojo de cilantro fresco
El Pad Thai es el plato nacional tailandés, algo así como nuestros cocidos o paellas, de modo que hay mil variantes en función de los ingredientes que predominen en tal o cual región del país. Este que presentamos aquí respeta los sabores tradicionales pero se elaborado con productos fáciles de encontrar en cualquier mercado europeo.
Parece complicado por la cantidad de ingredientes que intervienen, pero en realidad es muy sencillo de preparar, incluso podemos tener hecha la mise en place y ejecutar el salteado delante de los invitados, porque es bastante espectacular, sobre todo si cogemos confianza y en un de los volteos de wok, desparramamos todo por la encimera.
Lo más difícil, por decir algo, es hacer los gambones solo vuelta y vuelta, aunque nos parezca que están poco hechos, es importante que no se pasen, incluso que pequen de crudos.
Respecto a los ingredientes, ya ven que soy bastante ecléctico (tallos de bambú o de soja, pulpa de tamarindo o maracuyá, anacardos o cacahuetes fritos, salsa de soja o Tamari), de hecho pueden ustedes cambiar los que les parezcan más apropiados. Esto es cocina popular y los purismos no tienen razón de ser.
Disfruten con la familia haciendo esta receta, seguro que se sorprenden y no deja de ser un plato muy completo y fácil de digerir.
La receta
Conviene disponer de un wok para saltear mejor el guiso.
Picamos las hortalizas en bastoncitos (el jengibre debe pelarse, cortarse en rodajas y luego estas en palitos), el tofu en cuadrados del tamaño de un dado y escurrimos los tallos en conserva (si los conseguimos frescos, basta con lavarlos).
Ponemos un poco de aceite neutro (soja) en el wok y rehogamos estos ingredientes a fuego vivo, apenas un minuto y reservamos.
Para la tortilla, batimos bien los huevos con un poco de agua y un puñado de hojas de cilantro fresco picadas. En una sartén baja, tipo de crêpes, ponemos un poco de aceite y volcamos el batido. Cuando se vea que se ha cuajado, retiramos del fuego, enrollamos la tortilla y dejamos enfriar un poco para poder manipular. Se corta en rodajas y se añade al wok.
En una cazuela ponemos abundante agua con sal y llevamos a ebullición. Cuando hierva, echamos los tallarines y dejamos cocer apenas unos segundos (se ve perfectamente cuando se ponen blandos), sacamos y los añadimos al wok con el resto de ingredientes. Incorporamos la pulpa de tamarindo, la cucharada de salsa de ostras y un chorro de salsa de soja. Se rehoga un poco y se reserva.
Pelamos los gambones (quedan más bonitos si les dejamos la cabeza y la cola, pero depende de lo que hayamos comprado) y los pasamos por la sartén con un poco de aceite. Basta con pasarlos implemente por cada lado porque se hacen en segundos y conviene que queden jugosos.
Como ven en la foto, yo he dispuesto el plato con cierta estética, pero en Tailandia suelen ponerlo todo revuelto en el wok.
Un vino para cada plato
En mi nuevo libro de Maridajes de vinos españoles con cocinas exóticas, recomiendo este plato con un Ramón Bilbao crianza, lo que da idea de hasta qué punto es versátil el conjunto de sabores. Si prefieren un blanco, no hay problema, España tiene ahora un repertorio de uvas y calidades como para epatar a toda Asia, de modo que elijan su preferido porque si es bueno, seguro que funciona de maravilla.