Emparedados fritos
Hace muchos años, mi querida suegra Manolita, algún domingo en que no hubiese mucha familia para comer, nos preparaba esta golosina que a mi ex le volvía loca, y es cierto que estaban muy ricos, pero yo no les he cogido el punto. A pesar de ello, les doy la receta a ver si ustedes la pulen.
Para hacerlos bien, hay echarle paciencia, porque ella se levantaba al alba para prepararlos, mientras que yo los preparo sobre la marcha, así que ahí debe radicar la diferencia.
Elaboración
Preparamos los emparedados poniendo sobre una rebanada de pan, un loncha de queso, dos de jamón y encima otra de queso. Tapaos con otra rebanada, pinchamos con dos palillos cada bocadillo y los sumergimos en leche, o los rociamos de nata líquida. Deben empaparse un poco, pero no demasiado, porque se volvería imposibles de manipular. Los sacamos, salpimentamos y ponemos a escurrir bien.
Al momento de comer, se pasan por el huevo batido y se fríen en abundante aceite bien caliente (a mí me gustan más fríos, como las croquetas y las empanadillas, pero eso son vicios de glotón).
Ella los ponía tal cual, pero a mi me gusta servirlos con unos pepinillos alemanes loncheados o con una Ensalada de apio y zanahoria , Ensalada de celerí (Remoulade) , Ensaladilla de champiñones , Ensaladilla de col china , o la que más nos guste.
Maridajes
Lo más habitual es acompañarlos de una buena cerveza de abadía, por ejemplo una Grimberger Blanche o blonde, pero también funciona bien un blanco, aunque creo que el mejor sería un Chablis, o el equivalente español, como Castillo de Monjardín Chardonnay reserva, D.O. Navarra, Guerrilla Chardonnay, VT Valles de Sadacia, Jean Leon 3055 Chardonnay, D.O. Penedès , Nekeas Chardonnay Cuvée Allier, D.O. Navarra.