Pinchos de tortilla de setas
¡Celiacos! Podéis disfrutar de este pincho si usáis pan sin gluten.
Como buen micólogo que me considero, he rasgarme las vestiduras por poner semejante herejía de nombre, porque es evidente nada tiene que una tortillita de delicados rebozuelos (rosiñols), o de crujientes níscalos, con esos chiclosos abortos de la naturaleza que venden en bandejitas como seta de cardo (pare empezar unos son pleurotus ostreatus y el otro P.eringii, uno de da en troncos y otros en la tierra).
Pero bueno, el pincho se llama Tortilla de setas y la verdad es que, a pesar de usar shiitakes, o engendros similares, con una cervecita a media mañana, están gloriosos.
Es importante eliminar el exceso de agua de evaporación. Para ello lo mejor es recurrir a la parrilla porque así, entre los canalillos, el agua cae y se evapora más rápido sin cocerlas, solo friéndolas. No obstante conviene escurrirlas antes de incorporarlas al huevo.
En la primera parte es donde pondremos los perfumes que más nos gusten, ajo, perejil, tomillo, guindilla, etc. (si usamos setas de calidad, como boletus, ya hay que ver qué especias le van bien y cuales no, pueden consultar en Los platos con sus especias).
En un bol, batimos los huevos añadimos las setas fritas y escurridas, hacemos una gran tortilla que partimos en cuñas para hacer pinchos. Otra posibilidad es usar esas sartenes pequeñas que hay ahora para hacer mini tortillas, en cuyo caso quedan redonditas y muy monas. Incluso se pueden hacer al momento, según se vayan consumiendo las que hay en la barra, eso sí, al grito de "¡Marchen más Tortillas de setas, qué ricas!".