Mesa de Navidad
La Navidad es, por antonomasia, el momento de las grandes comidas familiares, de los banquetes de amigos y compañeros de trabajo, de excesos sin mesura, de consumo desenfrenado en resumidas cuentas, y ello hace que también sea tiempo de fraudes, un río revuelto en que oportunistas y comerciantes honrados se ven atrapados en la misma vorágine y han de ser los consumidores quienes sepan poner los puntos sobre las íes.
Pero también son fiestas entrañables, días en que, aunque sea una estupidez, queremos ser buenos, apiadarnos de los menos favorecidos, recordar a los seres queridos, rememorar viejas costumbres y, aunque sea una conducta infantil, por hacer el indio una semana, con tal de no quemar la casa, pues tampoco hay que prescindir de ello.
En estos artículos he reflejado los distintos estados de ánimo por lo que pasé yo mismo y la sociedad para la que escribía, ya que han sido colaboraciones realizadas para distintos medios a lo largo de quince años de periodismo gastronómico.