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Judías verdes con zanahorias

Judías verdes con zanahorias
 
Judías verdes con zanahorias
Judías verdes con zanahorias

Abril 2013

INGREDIENTES 

4 Zanahorias
1 kilo de judías verdes congeladas
50 grs. de mantequilla con sal

 

Tengo que contarles una aventura personal, dramática y cruel, en la que lo más agradable de todo fue este plato, no preparado como les voy a narrar en esta receta, sino como comida hospitalaria, que para quién no haya tenido nunca semejante experiencia, les diré que, comparado con ella, el rancho de la mili era una degustación gourmet.

La historia empieza con una diabetes melitus resistente a toda la medicación existente, incluida la supuestamente mágica Victoza y hasta las insulinas de efecto retardado.

Exceso de peso, síndrome metabólico, hígado graso, gota, cardiopatías graves y toda la colección de desgracias propias de la profesión, aunque la sociedad nos mire con desprecio y simplemente nos llame glotones.

Ante un futuro tan siniestro que prefiero no narrar, me llegó el sabio consejo del endocrino que me recomendó acudir a la cirugía bariátrica, un bypass gastroileal, algo que la publicidad de los especialistas describía poco menos que como un afeitado.

Una vez pagados los honorarios por adelantado y ya ingresado en la clínica Montpellier de Zaragoza (según mis informes, un tal Dr. Resa era el demiurgo de la llamada cirugía de la diabetes), al recibir las instrucciones para el postoperatorio, empiezas a comprender que no se trata de ningún juego de niños, sino de una intervención en toda regla y con consecuencias realmente serias. 

No voy a entrar en los macabros detalles de todos los descalabros y negligencias médicas que acontecieron porque aquello fue como una novela de Stephen King, solo apuntar que entraron en mis tripas y salieron sin hacer lo que se tenía previsto.
Tres días de ayuno a dieta líquida (caldito), más el día de la intervención a suero y su correspondiente noche de horror, con todo el desgaste físico y psíquico que supone el paso por un quirófano, anestesia general y cuatro agujeros en la panza cosidos con grapas.

Al día siguiente decidimos salir pitando de aquel siniestro lugar, aunque tuviese que llevar las tripas en la mano, pero hete aquí con que una desagradable asistenta apareció por la habitación con una bandeja de comida: zanca de pollo asado con guarnición de arroz blanco y un plato de verduras, obviamente, judías verdes con zanahoria.

Fue tan agradable la sensación de poder masticar algo después de cuatro días de no probar bocado, que hasta me supo bien, y eso que no llevaba ni sal. Entonces me dije, si esta bazofia me sabe bien, esto, preparado con mimo en casa, debe ser una delicia, y esa fue la génesis de este plato que también se puede usar como guarnición, por supuesto, de una zanca de pollo asada.

La receta 

El trabajo es bien sencillo, barato y sano, así que no pierden nada por probar. Además no me digan que no resulta de lo más mono, cromáticamente perfecto.

Pelamos las zanahorias y las partimos en daditos del tamaño de garbanzos.

En una sartén las salteamos con la mantequilla hasta que empiecen a arrugarse, entonces añadimos las judías verdes, removemos bien todo y salteamos hasta que veamos que están blanditas y todo bien caliente.

Se pueden escaldar previamente, pero como están congeladas, se pueden preparar directamente y así conservan un sabor más intenso.

Yo les puse un poco de pimienta negra y unas hojas de albahaca, pero reconozco que no fue una elección muy acertada. Quizá le hubiera ido mejor un poco de tahine, como en la receta Judías verdes con tahíni , que esa sí que está rica.

Escrito por el (actualizado: 31/08/2015)