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Helado de requesón con miel, pistachos y virutas de limón

Helado de requesón con miel
 
Helado de requesón con miel

Publicado en el libro La Cocina masónica, año 1997. Ya a la venta en PDF, en español, francés e inglés.

INGREDIENTES (4 personas) 

1/2 kilo de requesón (se vende ya envasado)
Miel de brezo (de alta montaña, también es excelente la de la zona occidental
de Asturias, la de los Oscos).
50 grs de pistachos pelados.
1 limón (a ser posible asturiano).

No tengo noticia de que este postre existiese en la antiguedad, ya que los helados no se conocieron hasta la Edad Media en que los árabes trajeron a España su tecnología desde Persia, y desde aquí se expandió hacia el resto de Europa y Mediterraneo.

Sin embargo esta combinación de productos sí es muy tradicinal en casi todos los paises de Oriente Medio e India: leche y miel, alimento de dioses y heroes (ver Alimentos sagrados).

 La receta 

1. En un bol pondremos el requesón con los pistachos triturados y la ralladura de la piel del limón. Incluso se puede poner un poco de zumo si el requesón es algo insípido. Se remueve bien hasta que esté como una crema bien lisa y se mete en el congelador.
Lo mas apropiado sería tener una sorbetera y cuajar en ella el helado a temperatura moderada, apenas dos grados bajo cero, pero como eso es infrecuente, esto que voy a contar es un truco.
Cuando lleve un cuarto de hora al frío, ya se habrá empezado a solidificar, entonces vaciaremos un bol igual al del requesón, tres o cuatro bandejas de hielo, añadimos dos puñados de sal gruesa y un vaso de agua, removemos bien y colocamos el bol con el requesón dentro.
A partir de ahí hay que moverse con energía y remover lo que será el helado con un agitador de varillas hasta que veamos que toma la textura deseada. Lo mas dificil es conservarlo así, por eso hay jugar con el tiempo. Se puede guardar en la zona más fría de la nevera y montar así al momento de servir, es algo latoso pero es lo mejor.

2. Se presenta en copas bajas de helado, bien en bolas, o tirado a manga de boca muy hancha. Se termina rociandolo por encima con la miel y se adorna con pistachos verdes pelados y picados.

Variantes del plato: 

Se puede endulzar el requesón con un poco de azucar, pero a mi megusta más notar el contraste del dulzor de la miel y el amargo de este. Tambén se puede servir sin helar, simplemente muy frío en una copa, así es como se toma en el occidente de Asturias y en la Mariña lucense.

  Libaciones: 

Si encontrasemos un Tostadillo de Ribeiro sería el vino ideal. Pero es tan escaso que en su defecto podremos tomar un Pedro Ximenez.

 Si le interesa leer más sobre este tema, pinche en el icono Buscador (ángulo superior derecho de su pantalla) y escriba la palabra objeto de estudio. Y recuerde que antes del postre, hay tomar un trocito de queso, a ser posible, uno artesano de las Asturias.

Escrito por el (actualizado: 30/10/2015)