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La Ina

 

Bodega: Lustau
DO: Jerez
Uvas: Palomino
Crianza: Soleras
P.V.P.: 6 €
www.lustau.es

 

 

 

Extracto del libro La Bodega en casa y sus maridajes, del que pueden ver más pinchando en +


Fino de Jerez
Esta es sin duda una de las más refinadas y conseguidas obras de arte de la enología española, el fino.

No existe en el mundo un vino tan afinado (perdón por la redundancia), elegante y poderoso y, para colmo, con mejor relación calidad precio, porque a mí, como español y como amante del vino, me da vergüenza que una joya de este calibre, apenas cueste seis euros.
Sin embargo son vinos en los que nunca pensamos a la hora de elegir un menú, lamentable fallo de marketing de las bodegas jerezanas obsesionadas con la exportación, cuando en realidad en España podrían tener su gran mercado.
Este es un tipo de vino que no puede faltar en ninguna casa, porque cuando probemos sus aplicaciones en la mesa, abriremos una nueva puerta a nuestros sentidos. Además de que, con esos precios, es insustituible en la cocina.
Les sorprenderá que el buque insignia de Domecq ahora aparezca en Grupo Caballero, pero eso no afecta al vino, sino a ese extraño mundo de las fusiones multinacionales que nunca llegaremos a entender.
La Ina fue siempre considerado como el más elegante entre los entendidos del fino, y es que cuando lo paladeamos, notamos ese sabor punzante tan rico en matices, con notable presencia de frutos secos, un toque de almendra amarga y un recuerdo ligeramente ahumado.
Es potente a la vez que sedoso, pero sobre todo destaca su armonía, su ensamble de sabores que hacen un gran todo en cada trago.


Con qué disfrutar de este vino
Jamón de Maldonado
Hace algunos años hicimos un gran reportaje para determinar qué vino acompañaba mejor a los grandes jamones ibéricos de bellota. No se escatimaron esfuerzos y se probaron los mejores vinos de España y hasta algún gigante francés, como el Échezeaux de la Romanée Conti. El resultado fue contundente, solo el fino y la manzanilla soportaban aquel aluvión de sabores y limpiaban la boca, dejándola lista para otro bocado.
Huelga decir que las famosas frituras andaluzas, los “pescaitos”, piden a voces este vino, pero es que el abanico es mucho más amplio, porque pescados de gran sabor, como pueda ser el salmonete, que armoniza a la perfección.
También están las barbacoas de pescado, por ejemplo de bonito, donde prima el sabor al adobo de ajo y el carácter seco del fino, hace un alto en el camino, un auténtico respiro ante un plato que fácilmente nos llega a empastar la boca.
Pero, además de los maridajes serios ya citados, el fino es el fino por excelencia para esos picoteos informales que servimos de improvisto, donde se juntan los embutidos, con las conservas, algún queso y hasta alguna preparación doméstica propia de la región, porque el fino es un gran todo terreno, como el cava. Un vino que nos salva dignamente de cualquier situación en cualquier momento.

 

 

Escrito por el (actualizado: 03/12/2011)