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Muga Blanco

 
Muga Blanco
Bodega Muga
D.O.: Rioja
Uvas:90% Viura, 10% Malvasía
Crianza: Fermentación y 4 meses de crianza en barricas nuevas de Allier
P.V.P: 7.-€
www.bodegasmuga.com


Otros vinos de esta bodega:
Aro
Cava Conde de Haro
Eneas
Muga Crianza, Selección Especial y Gran Reserva
Prado Enea
Torre Muga

 

Rodaballo salvaje a la plancha, con un blanco barrica de Rioja

Extracto del libro COMER CON VINO, Maridajes de la buena mesa española, del que pueden ver más pinchando en más +...

Esta bodega es el ejemplo que ponemos todos para explicar como se ha logrado una transición del clasicismo hasta la vanguardia, sin haber perdido en el camino un ápice de su personalidad y tradición.

Hasta siguen filtrando sus vinos con claras de huevo (tienen una maquinita muy cachonda ad hoc).
Sin acercarse a los intocables Aro y Torre Muga, su Selección Especial es una buena forma de comprobar todo lo dicho.
Aunque sus blancos han perdido la fama, este blanco es una de las grandes obras de arte de Rioja, con flores, frutas, rasgos de madera, lías nobles…, y lo más fascinante: mientras acompaña un pescado, va cambiando de matices hasta hacernos perder la cuenta.

El Plato

En España se dice que de la “mar el mero”, pero en Francia, que también saben comer pescado, consideran el rodaballo como el rey de los mares, hasta el extremo que el cocinero Vatel se suicidó porque no le llegaron éstos para una cena que su señor, el príncipe de Condé, ofrecía al rey Luís XIV, en su palacio de Chantilly. Las grandes piezas, como la de la foto (pesó 7,6 kg), sólo admiten la plancha, debe siempre asarse con el hueso, las menores, si nos caben en el horno, también están deliciosas con unas almendras picadas y un chorrito de aceite virgen verde en crudo, por encima, una vez fuera, durante el reposo.

EL MARIDAJE

Este es un ejemplo de pescado de lujo que debe mimarse, no solo por su precio, que ya se las trae, sino porque, a pesar de ser tan sabroso y gelatinoso (parece graso, pero no lo es), sus fragancias más exquisitas son sutiles, y lo habitual de Galicia, que consiste en pedir el mejor albariño de la carta, es una burrada porque esos sabores delicados desaparecen, se eclipsan tras los poderosos perfumes de las súper uvas.
Este Rioja, que en copa supone todo un recital de aromas casi exóticos, por el contrario se muestra respetuoso al acompañar grandes pescados.
Yo lo probé por casualidad en un barín de Ribadesella con esa rodaballa que cito al principio (la pobre era una hembra llena de huevas, un crimen, pero estaban de morirse) y luego repetí con lenguados de playa ¡Brutal!
El ligero sabor tostado de la plancha hace que la madera se atenúe y salgan los frutales, sobre todo la Malvasía, pero esta se trasluce al levantar esos rasgos de la carne de los pescados magros (antes llamados blancos), tan difíciles de describir, aunque algunos simples lo interpretan como sabor a mar, cuando el mar solo sabe a sal, si acaso, en otoño, puede oler un poco a yodo.
Escrito por el (actualizado: 20/12/2011)