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Huevos a la maragata

Huevos a la maragata
 
Huevos a la maragata
Huevos a la maragata

INGREDIENTES (4 personas) 

8 huevos
1 cabeza de ajos
1 cucharada de pimentón 1/2 picante, 1/2 dulce.
Vinagre de Jerez
Aceite de oliva virgen maduro.

Cuando mi cuñado Alfonso me habló de este plato, lo primero que pensé es “Os habéis pasado. Esto ya sí que es una chorrada, porque mira que echar “Refrito” a unos huevos fritos, eso es el colmo”, pero si una de las personas más inteligentes y ecuánimes con que me he topado a lo largo de mi vida me dice “Pruébalo”, yo lo pruebo, aunque sean “Huevos fritos con refrito”.
Lo hice y, aunque soy poco amigo del pimentón y menos aún del “Refrito”, les aseguro que merece la pena.

En este caso no les remito a la receta del “Refrito maragato”, porque hay que variar un poco el orden.

Pelamos y despachurramos los ajos y los freímos en aceite de oliva.
Cuando estén dorados, los retiramos y en ese aceite freímos los huevos de cualquier manera.
Los retiramos a un plato caliente y, en el aceite que queda, añadimos la correspondiente cucharadita de pimentón que removemos hasta que quede bien disuelto.
Aliñamos con unas gotitas de vinagre de jerez y vertemos el Refrito sobre los huevos.

Ahora viene lo más escatológico.

Con un tenedor, desbaratamos los huevos haciendo una especie de revuelto salvaje y servimos.
Ha de ser así. Yo intenté varias formas más civilizadas, desde hacer unos huevos revueltos y perfumarlos con una ajada, hasta servirlos enteros y que cada cual elija si quiere mojar pan en la yema. Bueno, pues no, ha de ser así. Al menos prueben una vez y obren en consecuencia.

Un vino para cada plato 

Debe ser la peor combinación del mundo para un vino, porque entre los ahumados del pimentón y los azufrados del huevo, no hay tinto que resista la prueba, salvo un buen borgoña, pero quizás sea excesivo. Por contra una buena cerveza helada hace milagros y refresca el gaznate, que buena falta le hace después de la prueba.

 Según mi cuñada Loli, que es la mayor autoridad mundial en antropología culinaria maragata y por tanto la asesora técnica de este trabajo, los huevos a la maragata se hacen simplemente espolvoreando un poco de pimentón crudo sobre los huevos fritos, rociando todo con un poco de su propio aceite y despachurrándolos a continuación.
Yo lo he complicado un poco más porque me parecía demasiado corto el texto de la receta original, pero la reseño porque ella no solo es una magnífica cocinera y maragata desde sus más remotos ancestros (si fuera vasca, pondría una retahíla de apellidos raros en su tarjeta, pero como Blas, Carro o García suenan a poco, pues se conforma con serlo sin pregonarlo), sino que es tan maragatísima, que hasta se casó vestida con ese traje regional y conserva los datos trasmitidos de padres a hijos desde su tatarabuelo, que era arriero, como no, y por tanto su ortodoxia es incuestionable.


Pueden ver más recetas de esta región pinchando en La Cocina Maragata.

Escrito por el (actualizado: 31/10/2013)