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Angulas, el gran negocio

Cazuelita de angulas al pilpil
 
Cazuelita de angulas al pilpil

 

Diario El Comercio año 1998.
 

 

La pasada campaña de la angula batió todos los récords de su historia y hubo algunos profetas que llegaron a predecir que bien podría llegar a pagarse hasta a veinte mil duros el kilo porque los japoneses estaban comprándolas vivas para repoblar sus ríos, hoy esquilmados de anguilas.

La realidad es bien distinta, y para saber toda la verdad sobre este misterioso comercio, no tuvimos más que ir hasta Ribadesella y hablar con Guni, uno de los copropietarios de la empresa familiar Segundo González, una de las seis más importantes del negocio de la angula en toda España.
La serie de respuestas que me dio, fue lo que me obligó a encabezar este reportaje con un título tan presuntuoso.
Comprueben ustedes mismos, la sórdida realidad de la angula del Cantábrico.
  • Primera respuesta: “Angulas hay en todo el mundo, excepto en los polos y en América del Sur”, así que de monopolio, nada.
  • Segunda: “No la compran los japoneses, sino los chinos, porque como la mano de obra y las instalaciones son mucho más baratas, pues es allí donde tienen los viveros de engorde, y luego se venden por todo el Oriente para comérselas como cualquier otro pescado”, que sordidez, adiós al romanticismo.
  • Tercera: “No es exclusivo de Oriente este mercado. En Holanda, Noruega, Dinamarca, y hasta en Valencia, hay criaderos de engorde. Lo único que se necesita es un mercado que consuma anguilas”, desgraciadamente Asturias no entra en esa lista.
  • Y cuarta, la puntilla para los angulófagos: “Las mejores son las francesas. Las de la zona de Burdeos. A partir de ahora las asturianas son mediocres, y suelen llegar a entrar hasta 3.500 piezas en kilo, mientras que las francesas se mantienen en las 2.600 unidades. O sea que para el consumo directo los hosteleros exigen la importada”.
Demoledor.
Pero hay más datos, a cual más desmitificador.
El año pasado en España se comercializaron unas mil toneladas de angula, de las cuales solo se consumieron aquí un 10%. Y yo que pedía que no se comiesen angulas en los bares para proteger el ecosistema.
Pero es que Asturias pescó, y eso que dicen que ya apenas salen, más de diez toneladas.
De los datos internos de la empresa no diré nada, primero porque no es ese el asunto, y segundo porque Pablo, el hermano de Guni, interrumpió la entrevista con un contundente: “Secreto de Estado”, lástima que no le nombren jefe del Cesid, porque celo en su trabajo sí que pone.
Y ahora hagamos unos números.
Si el kilo de angula se va a pagar en la próxima luna (la semana que viene es luna nueva, tiempo de capturas), a menos de 20.000 pesetas el kilo (en vivo, se entiende), y en cada kilo entran unas 3.500 piezas, eso implica que cada pececillo cuesta un duro (5,7 pesetas según ese porcentaje). En un año de engorde cada angula puede llegar a convertirse en una anguila de hasta 400 gramos, cuyo precio de mercado suele llegar a las 2.500 pesetas/kilo.
Luego un pescadito de a duro la pieza, puede llegar a valer mil pelas.
Dicho sea de otro modo, una plusvalía anual del 20.000 %.
Evidentemente no es oro todo lo que reluce, y hay mil costos que no hemos valorado, pero partiendo de la materia prima, aunque la paguen a 100.000 pesetas, la seguirán comprando, así que como dicen que van a bajar al precio de hace tres años porque el precio mundial de la anguila ha bajado en un 40 %, señores: a ponerse ciegos de angulas, y a quien Dios se la dé ...

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Escrito por el (actualizado: 25/04/2015)