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Semana Santa en Asturias

 
Diario El Comercio Semana Santa del año 1999.

Bien sabido es por Semana Santa no leen el periódico ni los correctores, pero como siempre hay personas inteligentes que rehuyen los estereotipos, y además como es posible que el día amanezca lloviendo (no se preocupen, aunque así sea, es fácil que a media tarde salga el sol y tengamos un fin de semana de playa), me ha parecido oportuno dedicar este número a nuestros turistas, quienes ya por el hecho de venir a Asturias en Semana Santa, demuestran una notable sensibilidad y buen gusto.

Y ya que han preferido nuestros montes salvajes a las aglomeraciones playeras del Levante, pues es de ley ponerles al corriente de todo lo bueno que hay por aquí.

No les voy a castigar repitiendo esas tópicas frases que acostumbran a lanzar los visitantes ilustres cuando tienen que pronunciar un pregón sobre una plaza de la que no tienen ni idea, ya saben: «... esta querida tierra de hermosas mujeres, maravillosos paisajes, y esa cocina tradicional tan injustamente olvidada en el resto del mundo...», no, de ninguna manera, pero lo cierto es que, comer hoy día en Asturias, es una experiencia inolvidable, siempre y cuando se elijan bien los sitios.

Olvídense de encontrar ese chigrín perdido donde por cuatro duros les dijo un amigo que se habían puesto las botas de marisco y angulas, eso es mentira, y sobre todo en Semana Santa, días en que los más cutres, los traficantes de comida, los rancheros sin escrúpulos, aprovechan para ponerse las botas.

El kilo de lubina cuesta lo mismo al restaurador rico que al tabernero pobre, y las únicas diferencias que encontrarán entre una recóndita sidrería y el mejor restaurante de la plaza, serán veinte duros de diferencia en el precio de la ración, y eso sí, de la primera habrá que llevar la chaqueta al tinte para sacarle el pestazo a sidra, y en el segundo serán bien atendidos, y además el pescado habrá sido correctamente cocinado, con buen aceite de oliva virgen, o con alguna salsita más que digna.

Ya saben ustedes que nuestra comunidad se distingue por sus excelentes materias primas, pero a diferencias de las colindantes, en Asturias tenemos ahora uno de los mejores niveles de cocina de España, y eso nos distingue particularmente de Galicia, donde en muchos casos la calidad de la materia prima, se ve truncada por una inexperta mano.

Una nube de jóvenes cocineros se ha lanzado desde hace algunos años a trabajar sobre el concepto de Cocina Regional Renovada, buscando recuperar antiguos platos para adaptarlos a los nuevos gustos, y buena prueba de sus resultados, es que este año la guía Michelín nos ha otorgado tres estrellas, Casa Gerardo en Gijón, y Casa Marcial y El Corral del Indianu en Arriondas (y se han olvidado de dos inapelables, Casa Fermín en Oviedo, y El Real Balneario de Salinas, en Avilés, que esperemos que el año que viene corrijan).

Así pues les aseguro que como buenos cristianos, podrán respetar la vigilia, y ponerse las botas.

Añadido de la edición digital Cuaresma 2008: En estos momentos en Asturias ya no hay tres, sino siete, estrellas Michelín, aunque, desgraciadamente, nuestro nivel gastronómico no ha mejorado nada respecto al 99, al contrario.

Por estrategia de posicionamiento, el título original de este artículo, Cuaresma y pescados ceciales, ha sido cambiado por el de Semana Santa en Asturias, así que lo menos que podemos hacer es ofrecerles nuestra mesa de gastronomía cuaresmal, con sus recetas y todo:

Aperitivos 

Los guisos 

Algún pescado 

Los Postres 


Si les interesa conocer algo más sobre la cocina propia de estos días, pinche en el artículo Cocina de Cuaresma, donde hay más links con sabrosas recetas.

Si le interesa leer más sobre este tema, pinche en el icono Buscador (ángulo superior derecho de su pantalla) y escriba la palabra objeto de estudio. También le recomendamos consultar en La Simbología de los alimentos

Escrito por el (actualizado: 13/11/2013)