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¡Fútbol! queremos Fútbol en la gastronomía

Arros a banda con balón.
 
Arros a banda con balón.
Publicado en revista Viandar, año 2003
 

Tengo que sacar tarjeta roja a la dirección de esta casa porque resulta doloso y deplorable el hecho de que una publicación que se precia de seria no le dedique al menos el 50% de su contenido al omnipotente Fútbol.

Durante la última dictadura (me refiero a la de Franco), los que por aquel entonces éramos rojos (o sea, todos los que no participábamos del régimen para otra cosa que recibir porrazos), pedíamos a gritos la abolición de aquello que se llamaba: “La droga del pueblo”.

No os dejéis embaucar!, implorábamos a los pobres proletarios cuya incultura les convertía en victimas propiciatorias del lavado de cerebro que las máquinas del Estado ejecutaban en las masas para que estas no pensasen en la ignominia que vivían al carecer de libertades, ¡No os dejéis embrutecer con el Fútbol, no veáis los partidos, no discutáis las jugadas en el bar, no compréis los diarios deportivos, no consumáis la basura que la dictadura os regala a cambio de vuestras conciencias ciudadanas!¡Ciudadanos, campesinos, compañeros, pensad, pensad y no vayáis al Fútbol!

Gracias a Dios, al progreso y al siglo XXI, España ya es un país libre y el pueblo ya no tiene que consumir Fútbol a cambio de libertades, por lo que ya no hay dos diarios deportivos si no diez o doce (y para mas INRI, los mas leídos del Estado), los diarios generales no le dedican tres o cuatro paginas si no quince o veinte y los telediarios, ya sean nacionales o regionales, nos informan durante mas o menos la mitad de su duración sobre ese transcendental ataque de caspa que sufrió Zidanne el pasado viernes y que le impidió rematar de cabeza en el partido contra el Albacete. Pero ¿Y en las revistas de gastronomía? ¿Qué coño pasa en las revistas de gastronomía? ¿Porqué no hay una sección de Fútbol en todas y cada una de ellas? (mas adelante también reivindicaré otra que nos ponga al día de la actualidad social porque es intolerable no saber qué cenó Pipo, el chulo que se está tirando a la golfa con la que se acostó en una juerga el cuñado de la mujer de ese torero tan famoso que abofetea a los paparazzi cuando le preguntan por su tamaño preferido de cuernos).

Señor Zeberio: ¿Le parece a usted serio no haber explicado a nuestros lectores el motivo de la última cagalera de Raúl? ¿Fueron las ostras que comió en O’Grove, o un Isostar mal atemperado lo que provocó el cataclismo? Tenemos derecho a estar informados de las cosas de verdad importantes que suceden en nuestro país y no tanto atún de almadraba, ni caviares iranís.

Sin ir mas lejos yo llevo semanas sin dormir preguntándome, qué hamburguesas le gustarán mas a Casillas, si las de McDonald’s o las Burguer King.

Hoy, que en Asturias es lunes, me he preocupado de contar las páginas que nuestros periódicos le dedican al sagrado tema y, descontando los anuncios por palabras y las esquelas, de lo que podríamos llamar contenido, el Fútbol ocupa algo mas del 50%, lo cual, teniendo en cuenta que nuestro Principado no cuenta con un solo equipo en Primera División, pues no está nada mal. Por ejemplo ¿Sabía usted que el entrenador del Conquense está muy preocupado porque el próximo domingo tienen que jugar con la Ponferradina y serán once contra once? Acojonante, y nosotros aquí, tan tranquilos.

Señor Zeberio, reflexione, por el bien de los que comemos de esta casa, dé usted el paso antes de que se nos adelanten otros listos de la competencia, porque el primero que informe de si los jugadores del Langreo comen fabada o pote de berzas, ese se lleva el gato al agua. Imagínese si alguno de nuestros sagaces reporteros llegase a descubrir que el codazo que le dió Esnaider, del Murcia, a Soriano, del Zaragoza, fue porque el entrenador le obligó a comer salmorejo en vez de Bife ¡menuda bomba!

Ya no será portada, ni siquiera en los periódicos de Gijón, que Bilic esté situado el tercer puesto del Pichichi de Segunda División, porque nuestro sagaz corresponsal habrá descubierto que el Sporting ganó, por primera vez en no sé cuantos meses, gracias a que Bayarri, del Algeciras, no estuvo fino porque los chanquetes del almuerzo estaban aceitosos y, claro, como bien dijo el delantero gaditano: “Así no hay quién apunte”.

Señor director, en España una publicación sin Fútbol es como un cocido sin chorizo, hasta las hojas parroquiales nos cuentan como nos robaron el partido del domingo los del Titánico, cuando el Pumarín iba por delante.

No le pido que dedique un 30% del contenido como sería menester, ni que retire las secciones de Opinión, Con Sumo Gusto, o Novisimos, pero dedicarle diez páginas a Los Restaurantes con Encanto, sin tan siquiera informar qué jugador ha estado comiendo en alguno de ellos ¡Hombre, por favor, qué vergüenza! De hecho si hubiera usted indicado, en el número de Agosto-Septiembre, que Urzaiz había cenado el Canelón de pulpo y cigalas en el Kaian, seguro que hoy habría colas en la playa de Plencia por besar la silla donde reposó sus posaderas tan notable personaje.

Hay noticias que venden imagen, por ejemplo, a página entera salían hoy en las distintas ediciones de El Comercio unas declaraciones de Fran Alonso, del Avilés, en que, en grandes titulares, afirmaba: «No podemos vender humo». Se da usted cuenta señor director de lo que estamos perdiendo ¡Qué cantera de información! De haber publicado estas declaraciones en nuestra revista, sin duda alguna, Ferrán Adriá, hubiera tomado buena nota y nunca hubiera divulgado por los cinco continentes su inefable “Espuma de humo” que tantos quebraderos de cabeza le trajo.

Mi duda es ¿Sabrán comer los futbolistas o simplemente se alimentarán para poder patadas y como placer oral (Sic) engullirán gominolas? Porque desde luego, oyéndoles hablar por TV, me temo que hasta se asusten cuando alguien les diga que existen revistas gastronómicas. Le preguntaré al amigo Juanan Zaldua, que antes fue famoso portero y ahora hostelero de prestigio.

Pero al fin y al cabo a estos muchachos tampoco se les pide que lean a Descartes, porque lo suyo es corretear por el campo de arriba abajo y dar puntapiés a los balones que les echen, pero ¿Se han fijado ustedes que cuando un equipo va a jugar fuera de casa, son unos doscientos individuos los que configuran la expedición? ¿Quienes son? Contando once jugadores, el entrenador, el masajista, el presidente, un gorrón y cinco suplentes, en total suman veinte ¿y los otros ciento ochenta? Ahí está el quid de la cuestión. Ahí es donde debe estar el filón, porque casi con toda certeza, eso ciento ochenta son los que comen. A los jugadores que les den pienso, que tiene mucha fibra y es buena para rendir en el campo, pero esos ciento ochenta clandestinos, que deben ser los que mueven la pasta, esos seguro que se ponen las botas en los mejores restaurantes de la plaza.

En cualquier caso aquí hay una mina y, sobre todo, una obligación moral para con nuestros lectores, porque estar mucho rato sin leer o escuchar algo de Fútbol, aunque sean las declaraciones del defensa izquierdo del Candás por el “Deficit en las áreas que sufren los equipos de Tercera División asturianos”, puede herir la sensibilidad de muchos españolitos y sería un cargo de conciencia para los que trabajamos en esta bendita casa.

¡Aupa Cánicas! (Es el equipo de mi pueblo, Cangas de Onís, mi favorito).

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Escrito por el (actualizado: 09/11/2014)